Sobre el sandbox, hexcrawling y demás

Esta entrada la publiqué la primera vez en un blog anterior, pero como no la quiero perder, pues repost. Además, viene un poco a cuento porque todo el tema de la colonia espacial será un sandbox. Es del 21 de noviembre del 2014, cuando le estaba pegando duro al D&D.

Hexographer es una de las herramientas que suelo usar para estos menesteres.

No es que yo me considere una eminencia en ninguno de los campos que atañen al artículo de hoy, pero se da la situación que durante un tiempo voy a pasar a ser jugador donde antes era director. En concreto, estamos jugando a Dungeon World, a un ambiente más bien clásico, y al final de la primera partida surgieron las ideas de jugar o bien un megadungeon, o bien un sandbox. Yo me ofrecí a hacer una disertación sobre qué son para mí cada uno de ellos y si bien el primero me quedó un poco más breve (los gustos se notan), respecto al sandboxing me he explayado de lo lindo. Para el que le interese, paso a reproducirlo aquí con un par de retoques mínimos con idea de hacerlo más abierto. Quede el lector advertido que esta es mi idea de lo que es un sandbox; puede que la suya no coincida con ésta, si así lo prefiere piense que esto es con lo que yo me divierto jugando al rol y aplique su propia etiqueta a placer.

Sandbox o HexCrawling

Llámalo como quieras, pero para mí es tres cuartos de lo mismo. La premisa es la siguiente: el DJ prepara un mapa con diversas aventuras diseminadas por él, algunas de estas aventuras son autocontenidas y otras están interconectadas. Luego proporciona a los jugadores una copia del mapa pero sólo con los rasgos más obvios detallados. Esto es, la geografía más obvia para el pj, la torre que se ve desde cualquier punto, etc., pero sin detallar qué es exactamente. Luego los pjs deciden a dónde ir y qué hacer sin ningún tipo de intromisión por parte del DJ, más allá de la que éste haya previamente estipulado.

El tema del hexcrawling hace referencia al hecho de que tradicionalmente el mapa está hecho en hexágonos que están sin explorar por parte del jugador, y este va de uno a otro de un modo similar a cuando anteriormente hacía dungeoncrawling y se arrastraba de pasillo a pasillo. El punto del sandbox es que, aunque sea un cajón de arena, tiene unos límites. Sí, claro, todo el mundo, el setting entero puede ser un gigantesco sandbox, pero eso es simplemente inabarcable y, yo diría, ni siquiera deseable. La gracia está en jugar en lugar recogido, que el sandbox tenga una razón de ser.

En Kingmaker de Paizo, los jugadores interpretan a unos enviados del rey que “civilizan” una región fronteriza donde hay una serie de problemas que llevan, eventualmente, al dominio y control de los pjs de su propio reino. Y la motivación de la campaña no es cruzar las fronteras y pegarle al reino orco de al lado, si no medrar en tu propio espacio. Quizás, por hacer una analogía más clásica, sí podría ser un clásico sandbox la partida en la que, para derrotar un gran mal, los jugadores tienen que encontrar un objeto de gran poder dividido en varias partes, estando cada una de éstas en un lugar diferente (con toda probabilidad un dungeon) pero careciendo el grupo de los datos necesarios para ubicarlas con precisión. Sí, claro, sabemos que allí hay un dragón rojo que guarda el tesoro perdido de los enanos, pero que esté o no la tercera parte del Cetro de Poder ¡es algo que no sabemos! Informarse sobre los lugares que van a visitar es tan importante para los pjs como calibrar la “dificultad” o el “nivel” de los guardianes de cada parte. Y eso sería, como te digo, el ejemplo de sandbox más tradicional, los jugadores van a ir a buscar las partes del Cetro y, lo habitual, no van a dejar la aventura a medio terminar porque hay un objetivo final que prevalece sobre otros, lo cual no quita espacio para tramas personales, etc.

A mí me gustan los sandbox con menos presión. En el que dirigí a D&D, los jugadores representaban más bien el clásico grupo aventurero que se presentaba en la región con la inteción de proteger a los lugareños de los males que los acechaban, eliminar las amenazas de la zona y conseguir en el proceso fama y fortuna para su propio beneficio. Es el sandbox más habitual para un grupo heróico. En el ejemplo del Cetro, si habría lugar para pjs que no fueran tan obviamente “buenos” pero que sí vieran la amenaza en ciernes como un nexo de unión con el resto, y sí, estoy pensando en asesinos, nigromantes, etc.

Otro tipo de sandbox tradicional es la isla en la que los pjs naufragan. Empezando desde cero tienen que explorar el lugar (del que, esta vez sí, no conocen nada) y ubicar los peligros, asegurar una zona como protección y buscar una forma de abandonar la isla. Esto da para los típicos pueblos indígenas que pueden ser más o menos agresivos, el archifamoso volcán durmiente con un peligro en su interior, las posibles ruinas donde encontrar un equipo más adecuado (porque puede que estén luchando con armas improvisadas, sin libro de conjuros, etc.), y quizás la esperanza de o bien construir una nave en la que abandonar la isla, o bien encontrar un medio mágico que los transporte a la civilización. Lost, la serie de TV, es un buen ejemplo de sandbox, como lo sería la Isla Misteriosa de Verne.

Todo esto gira alrededor del hecho de que para el jugador lo divertido radica en explorar territorio desconocido. El dungeon de marras no tiene porque ser recorrido por completo en un primer acercamiento, llegar al primer nivel, eliminar las criaturas más preocupantes y encontrar suministros puede ser más que suficiente, no hay porque bajar los 15 niveles que tiene porque eso, en ese tipo de partida, no es necesario.

Lo vital es sobrevivir y el conocimiento del mundo que rodea al pj es lo que le permite esto. Si se enteran de que los orcos han establecido una avanzadilla en los bosques del norte, igual es buena idea hacer una batida y, si es posible, localizarlos y ahuyentarlos. A fin de cuentas, puede que los pjs no quieran interferencias para sus planes. Porque esa es otra, igual los pjs están mermando las fuerzas del reino para atacarlo y conquistarlo.

En cualquier caso, lo ideal es que tenga un final asequible. Ya sea porque la zona esté permanentemente asegurada, porque hayan escapado de la isla, o porque hayan conquistado el territorio para sí mismos. El sandbox tiene un final y tanto los jugadores como el DJ saben cuál es.

Este tipo de campaña da para que el DJ pueda preparar aventuras más o menos dispares, dejarlas colocadas en los hexágonos pertinentes y que sean los jugadores los que exploren hasta donde quieran cada hilo. Recursos como los monstruos errantes, los chismes de cada taberna o el saber de bardo son vitales en los sandbox, porque dan la verdadera salsa del asunto. Vaya, todo el mundo sabe que en la torre del antiguo mago se han asentado unos goblins, pues fue NUESTRO grupo el que limpió la torre, y el fuimos NOSOTROS los que le ofrecimos su ocupación al gran protector del reino de Merlinda que se encontraba apresado por unos orcos en las mazmorras del conde Smiorgan. Si nadie sabe que hay goblins en la torre… no es lo mismo. Ídem al volver de la isla, con incontables tesoros, conocimientos perdidos para la civilización, bla, bla, bla.

A mí el sandbox me mola tanto o más que el megadungeon. Pero sí que puede ser que el sandbox sea más divertido para el DJ y más dinámico para ambas partes. Yo como DJ me veo cansándome antes de un MD que de un sandbox, a fin de cuentas en el segundo tengo más recursos para jugar a lo que me apetezca ¿Piratas? ¿ninjas? ¿gorilas gigantes? mientras estén en un hex en blanco…

En la línea del anterior post, hay varios sandbox bastantes buenos, y no, Keep on the Borderlands no es uno de ellos. Para delicias de los fans de Glorantha, está La Isla de los Grifos. Ese sí es un buen ejemplo de sandbox de donde sacar buenas ideas.

Kingmaker de Paizo brilla más por el hecho de añadir reglas para gestionar la economía y las leyes que por el hexcrawling en sí mismo.

Wilderlands of High Fantasy no está mal. Si no conoces el material de Judge Guild te estás perdiendo una fuente original que, siendo contemporánea del D&D tiró por otros derroteros.
En Busca de los Dragones para Dragonlance y el todo el setting de Dark Sun son los mejores ejemplos de sandbox que aporta D&D.

Y en general encontrarás que no hay tanto publicado porque la chicha está en que te lo diseñes tú mismo con las cinco o seis aventuras que te gusten.

Más sobre sandbox:
Otra vez Raven Crowking’s Nest, pero es que afina mucho.

Bat in the Attic (cuyo blog se centra principalmente en el sandboxing).

Y en Reddit, Rpg.net, Enworld, etc. hay incontables hilos. Gnome Stew también habla largo y tendido de los sandboxes. Vamos, que material para ayudarte a diseñarlo hay a patadas.

Una herramienta gratuita que encuentro indispensable es Hexographer, pero cualquier A3 hexagonal es igual de válido.